noviembre 20, 2004

Traducción

¿Cuántos libros no hemos leído?

En ocasión del Salón del Libro de Turín se condujo una investigación con varios intelectuales para saber cuáles libros no habían leído jamás. Como era de preverse las respuestas fueron variadas, pero todos los interrogados parecen haber respondido sin falsas vergüenzas. Así, descubrimos que algunos no han leído a Proust, otros a Aristóteles, otros más a Hugo y Tolstoi, o a Virginia Woolf, incluyendo un ilustre biblista que jamás ha leído por entero, de inicio al fin, la "Summa Theologica" de Santo Tomás -lo que es más que natural, porque obras del género las lee puntillosamente de la primera a la última página sólo quien hace la edición crítica. Algunos no se lamentan por no haber leído a Joyce, otros ostentan no haber leído jamás la Biblia, sin darse cuenta que estas lagunas no los distinguen sino que los masifican. Giorgio Bocca ha enfatizado el haber abandonado después de pocas páginas sea mi última novela que el "Don Quijote", y desbordo en gratitud por este inmerecido parentezco. Por otra parte al leer demasiado, como Don Quijote, el cerebro se hace agua.
Esta investigación ha sido, según yo, de gran interés para los lectores comunes. De hecho, ellos (si son lectores y no analfabetos funcionales) viven siempre con la angustia por no haber leído algo que según la voz popular es esencial haber leído; y descubrir que tantos nombres ilustres confiesan carencias abisales no podía menos que confortarlos.
Sin embargo me queda una sospecha, y un temor. Que los lectores comunes atribuyan estas declaraciones al snobismo (pensando que de hecho los interrogados hayan leído a escondidas aquello que hacen finta de no haber leído). Si fuese así los lectores comunes no sólo no habrían superado su complejo de inferioridad, sino que lo habrían acrecentado, porque se descubrirían excluidos del número de aquellos elegidos que pueden decir sin vergüenza no haber leído jamás a D'Annunzio, sin ser por ello considerados como trogloditas.
Y bien, quisiera confortar a los lectores comunes probando cómo es verdad que todos esos entrevistados no han leído de verdad aquellos libros (y muchos más aún), agregando que si yo hubiera tenido que responder a esa pregunta me hubiera dejado pasmado a mí mismo haciendo un elenco de las obras inmortales con las cuales no he tenido comercio de sentidos amorosos.
Tomen aquello que permanece como el más rico repertorio de obras literarias, el "Dizionario Bompiani delle Opere", desatendiendo los volúmenes dedicados a Autores y a Personajes. En la edición actualmente en comercio las Obras ocupan 5,450 páginas. Calculando a ojo que haya una media de tres obras por página, tenemos 16,356 obras. ¿Representan todos los libros jamás escritos? Para nada. Basta de hecho hojear un catálogo de libros antiguos (o los tarjeteros de una gran biblioteca) para verse arrollado por títulos de todo género y sobre las más variadas materias que el Diccionario Bompiani no registra, de otro modo sería no de cinco mil sino de cincuenta mil páginas. Un repertorio del género registra las obras que constituyen el Canon, aquellas que la cultura recuerda y considera fundamentales para el hombre de buena cultura. Las otras permanecen (merecida o inmerecidamente) reserva de caza para estudiosos especializados, eruditos, bibliófilos.
¿Cuánto tiempo se necesita para leer un libro? Hablando siempre desde el punto de vista del lector común, que dedica a la lectura sólo algunas horas del día, me atrevería a decir que para una obra de medio volúmen al menos cuatro días. Es verdad que para leer a Proust o a Santo Tomás se necesitan meses, pero hay obras maestras que se leen en un día. Atengámonos entonces a esa media de cuatro días. Ahora bien, cuatro días para cada una de las obras registradas por el Diccionario Bompiani darían como resultado 65,400 días: dividan entre 365 y obtendrán casi 180 años. El razonamiento no tiene fallas. Nadie puede haber leído o leer todas las obras que cuentan.
Y es inútil decir que, debiendo escoger, al menos Cervantes era necesario leerlo. ¿Y por qué? ¿Y si para un lector hubieran sido más importantes y urgentes "Las mil y una noches" (todas) o el "Kalevala"? Además no se considera que, para los lectores de mayor temple, cuando se ama una obra se la relee muchas veces a través del tiempo, y aquellos que hayan releído cuatro veces a Proust han sustraído una infinidad de horas a la lectura de otros libros, probablemente menos esenciales para ellos.
Entonces se tranquilicen los lectores. Se puede ser culto ya sea habiendo leído diez libros que diez veces el mismo libro. Deberían preocuparse sólo aquellos que a los libros no los leen jamás. Pero justo por esta razón ellos son los únicos que no tendrán jamás preocupaciones de este género.


Umberto Eco,
de "La Bustina di Minerva"
Traducción: Fernando Acevedo

No hay comentarios.: